Diócesis De Chalatenango: Explotación Minera En El Departamento De Chalatenango Y Otras Zonas
Published by MAC on 2006-01-13Source: CEICOM
Postura de la Diócesis de Chalatenango ante la construcción de la represa el cimarrón y la explotación minera en el Departamento de Chalatenango y otras zonas del país
Fecha: 13/01/2006
"Donde hay un ser humano en peligro, allí debe estar la iglesia para defenderle" (Monseñor Eduardo Alas Alfaro)
Como iglesia, Pueblo de Dios que peregrina en Chalatenango, los Sacerdotes y el Obispo que acompaña a este pueblo por mandato de Jesús, nos hemos congregado hoy por segunda vez para ejercer nuestro papel de iglesia en el mundo, responsable de iluminar e invitar a la transformación de las realidades temporales que nos afectan. Por ello iluminados por la Palabra de Dios, el magisterio y la tradición de nuestra iglesia universal y latinoamericana queremos manifestar nuestra postura como iglesia particular ante las propuestas gubernamentales de implementar políticas y proyectos económicos internacionales, sin importar la vida de los salvadoreños, especialmente la de los de chalatenango. Ante ello expresamos.
1. Que esta Iglesia particular desde su fundación hizo opción por la vida que propone, defiende y anuncia a la luz del evangelio, porque reconoce y cree que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza (Gn.1,26), y que como iglesia tiene el derecho y el deber de anunciar a todos los pueblos la visión cristiana de la persona humana para iluminar la propia identidad, el sentido de la vida y porque profesa que todo atropello a la dignidad humana, al ser humano, es un atropello al mismo Dios (Cfr. DP. 306) y ésta es una de las razones por las que estamos aquí, porque hay comunidades a las que ya se les ha irrespetado sus derechos, temen por sus vidas y propiedades y además creen que este sacrificio por vivir no es para el bien común sino para el de unos pocos y por ello sostenemos con nuestro obispo, que "Donde hay una persona en peligro, allí debe estar la Iglesia para defenderla"( Mons. Eduardo A. Alas)
2. La Iglesia particular de chalatenango quiere dejar muy claro que este acto, como el anterior y otros que puedan surgir, no son movidos por fines ideológicos (políticos), intereses de poder o dinero, protagonismos particulares, ni con el fin de desestabilizar al Estado o empresas involucradas en los proyectos de las construcción de la presas y la explotación minera , personas o grupos que crean o delinean las políticas económicas de este país, sino con el fin de cumplir con nuestro deber de acompañar a nuestras comunidades que han pedido el apoyo a sus pastores, el deber que nos incumbe de levantar la voz por los que no son escuchados y se sienten amenazados, ofendidos e irrespetados por los ejecutores de dichos proyectos y afectados por las políticas económicas internas y externas en el país . Ante estas realidades, como pastores y fieles no podemos callar estos atropellos sentidos por nuestro pueblo.
3. Hemos constatado en la realidad que Chalatenango desde hace mas de 50 años comenzó a experimentar la presencia de presas hidroeléctricas, hasta hoy son dos y que las bondades propuestas de aquel momento aun no han llegado y que siempre sigue siendo pobre y que en vez de desarrollarse lo que ahora tiene es un medio ambiente más deteriorado y unos focos de enfermedades efervescente y sin posibilidad de curarse. Por tanto no creemos en esta masiva propaganda que con la construcción de una presa más, chalatenango será más prospero y desarrollado.
4. Además queremos dejar bien claro que la Iglesia de Chalatenango cree en el desarrollo que enaltece las condiciones de vida de las personas, que promueve a la persona humana y que forma a la persona para producir condiciones de vida digna, pero no cree en el desarrollo que fomenta la desigualdades, que atropella y excluye a las personas, que viola los derechos individuales y colectivos y además que es para unos pocos a costa de otros. Por ello pedimos hoy un desarrollo participativo, inclusivo, equitativo y que ponga a la persona como bien mayor, particular y fin del desarrollo, así tendremos una sociedad justa y en paz, con vida abundante.
5. Queremos hacer un llamamiento urgente a las autoridades publicas y políticas de nuestro país, que han permitido a espaldas del pueblo la plantación y concesión de estos proyectos ya mencionados , a las empresas estatales e internacionales a que respeten a las personas de nuestro país, las leyes de nuestra constitución y que se replanteen estos proyectos, que hagan una valoración mejor, que cambien las actitudes y la finalidad de estos proyectos y que escuchen a nuestras comunidades, que desde que tomaron conciencia de estos proyectos han levantado su voz para decir que no están de acuerdo con ellos y no han sido escuchados. La Iglesia chalateca y sus autoridades acompañará al pueblo en sus decisiones pertinentes por la lucha de su propia dignidad. Estamos convencidos que hay otros cominos de producción que maltrataran menos a nuestra gente, que dejará menos ganancias y más justicia social.
6. Desde el principio nuestra Iglesia ha expresado que estos proyectos no buscan abonar al bien común de nuestro pueblo salvadoreño, ni mucho menos a nuestro departamento y por tanto los considera no adecuados para nuestro territorio y para nuestra gente, sabemos que los beneficios son para lucro de unos pocos, más si este va cargado de insultos humanos. Exigimos que no se vea al ser humano de manera economicista, comercial o de consumo, sino como ser humano de principios inalienables, de derechos y deberes y que no se relativice ante propuestas económicas y que no se negocie con nada, ni nadie. Nada puede valer lo que vale un ser humano, no digamos una o varias comunidades que son las que están en peligro, esto sin contar los cientos de miles de personas afectados por las políticas económicas que aguantan hambre en nuestro país, porque ganamos en colones y gastamos en dólares. La persona humana debe estar por encima de cualquier política económica, proyecto económico o ley de la nación. Todo lo mencionado si no es para el bien de la persona, no tiene razón de ser, por lo tanto esta diócesis cree y sostiene que el megaproyecto presa El Cimarrón y la explotación minera en nuestro departamento no beneficiarán a nuestro pueblo, por lo que no lograrán nuestro aval y apoyo.
7. Como Iglesia creemos y tenemos razones , principios y una misión clara y definida que nos permite pedir a los delineadores de estos proyectos dialogar el sentir de nuestra gente, hemos siempre sido ignorados como institución eclesial y además burlada en los medios comunicación social y denigrados en los periódicos nacionales de manera suspicaz, queremos expresar que no sentimos adecuada esta manera sucia de enfrentar la realidad, y que no es denigrando, sino dialogando los interese del pueblo, que encontraremos salida a los problemas sociales que generan estas políticas injustas. Enfatizamos que no haremos alianzas con el Estado, empresas, partidos políticos y personas involucradas con este estilo de proyectos y que el Obispo, los Sacerdotes y la feligresía consciente y creyente rechazará estas ofertas; y que el único objetivo nuestro es defender la vida, la dignidad de la persona humana, en nuestra gente humilde y sencilla y que será nuestra lucha por siempre. Que Dios nos acompañe siempre y que maría Santísima que creía que Dios exaltaría a los humildes interceda por nosotros , porque lo que para los hombres es imposible para Dios es posible
(Lc. 1,36-46).
Dado en la festividad de San Hilario ob. y Dr., en el desvío de Amayo, Chalatenango, el 13 de enero de 2006.