COLOMBIA

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Santa Rosa, Sur de Bolivar, Colombia, 16 de Agosto de 2006.

Preaudiencia sobre el sector Minero

Sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos, sobre transnacionales y paramilitarismo en Colombia.

Conclusiones

Nosotras y Nosotros, representantes de organizaciones provenientes del sur de Bolivar, de diversas regiones de Colombia y del mundo, organizaciones campesinas, mineras, indígenas, afrodescendientes, defensoras de derechos humanos, estudiantiles, de solidaridad y hermandad; nos hemos encontrado en Santa Rosa del Sur, durante los días 15 y 16 de agosto de 2006, para iniciar el enjuiciamiento de la empresa minera Kedhada, filial de la transnacional Anglogold Ashanti, por su proyecto de extracción de recursos naturales que lesiona gravemente los derechos de los mineros de la región, y su utilización de grupos armados irregulares en apoyo a dicho proyecto.

Después de dos días de deliberaciones, en las cuales participaron campesinos y campesinas dedicados por muchos años a la actividad minera en la región del Sur de Bolívar y en otras regiones del país, hemos llegado a las siguientes conclusiones:

1. Cuando los mineros de la región han solicitado los permisos de explotación y la ampliación de títulos ya existentes ante la Secretaría de Minas del Departamento de Bolívar, han descubierto que la empresa Kedhada había ya solicitado contratos de concesión que cubren casi la totalidad de la zona minera del departamento de Bolivar. Estos contratos también han sido solicitados en 336 municipios del país, y se ha observado que utiliza la misma estrategia para entrar en las regiones de su interés, como el caso de Quinchía, Risaralda.

2. Este hecho se ha dado gracias a la reforma del Código Minero, que hace unos pocos años fue implementada en beneficio directo a los intereses de las empresas transnacionales de la minería, en perjuicio de los mineros de hecho, que durante muchas décadas han gastado su vida en esas labores y tienen allí su única fuente de subsistencia, perjudicando también a las comunidades, los territorios y las culturas indígenas y afrodescedendientes.

3. Las condiciones que se han impuesto para legalizar los títulos, excluyen de plano la posibilidad de que los mineros pobres puedan cumplir con los requerimientos del Estado para legalizar sus actividades, obligando a estas personas y a sus familias a enfrentar condiciones de ilegalidad y a verse expuestas a enfrentar situaciones de miseria y a los mecanismos de especulación reinante en el mercado informal del oro, el cual se presta para que municipios y departamentos que no son productores de oro, se beneficien ilegalmente de las regalías, muchas de las cuales han ido a financiar las actividades paramilitares.

4. Aunque hasta el momento sólo se puede comprobar que solo se han iniciado exploraciones en algunos sitios, como en los corregimientos de Buena Seña, San Martín de Loba y la Cruz, todo muestra que durante los próximos diez años la transnacional Kedhada tendrá todas las facilidades para hacer los estudios que desee en el Sur de Bolívar, y para quedarse con las tierras que mayores beneficios le reporten, sin importar los derechos adquiridos durante muchas décadas por la población campesina que ha laborado allí. Las primeras exploraciones revelan además, que no hay interés alguno de descontaminación y que la gran riqueza del oro que produce esta región ya no será disfrutada por el pueblo colombiano y se convertirá en fuente de nuevas violencias, desplazamientos y despojos.

5. También hemos podido comprobar con los testimonios de los participantes que muchos funcionarios pagados por el Estado y por organismos internacionales, luego de extraer información muy valiosa de ellos, han terminado trabajando al servicio de la Kedhada, a la cual le aportan toda la información que fue extraída aprovechando la confianza depositada por las comunidades. Igualmente se pudo comprobar que la presencia de la fuerza publica en la región, se orienta cada vez más a la defensa de los intereses de la transnacional, y al convencimiento de los campesinos de que la presencia de dicha empresa es un signo de progreso y que deben someterse a todas sus exigencias. Otras autoridades estatales han optado por negociar con la empresa recibiendo grandes contraprestaciones a cambio de su apoyo y complacencia.

6. Antes de la constitución legal de la transnacional Kedhada, la empresa madre Anglogold Ashanti, había intentado apoderarse de una extensa zona del sur de Bolívar de 7000 hectáreas, concretamente en los corregimiento de San Pedro Frío, El Paraíso, Mina Gallo y Montecristo, a través de títulos dudosos que de todas maneras habían perdido su vigencia, en un proceso contencioso que fue perdido por la empresa. Se pudo comprobar que cuando las negociaciones estaban fracasando, la zona fue invadida por grupos paramilitares que cometieron numerosos crímenes contra la población minera, tales como asesinatos, desplazamientos forzados, desapariciones, cercos de hambre, amenazas y sometimiento de la población a un verdadero régimen de terror. Esta situación revela los mecanismos que suelen utilizar los grupos económicamente poderosos para apoderarse de las riquezas cuando la población no renuncia a la defensa de sus derechos.

7. Recientemente, desde que se han ido conociendo los proyectos de la Kedhada en la región, se ha podido percibir una creciente presencia de grupos paramilitares que supuestamente se habían desmovilizado y de empresas de seguridad privada que estarían defendiendo los intereses de Kedhada. Al mismo tiempo los miembros del ejército atemorizan a los pobladores anunciándoles la pronta presencia de grupos paramilitares, tales como las Águilas Negras, quienes según ellos serán inclementes con los campesinos que traten de oponerse a la presencia de la empresa minera. Por ello es tanto más preocupante la instalación de un batallón especial del ejército en la zona minera de San Pedro Frío.

8. Los participantes de la preaudiencia ante la magnitud de la agresión que afecta sus derechos fundamentales, sobre todo los económicos y sociales, ratificamos nuestro compromiso en la defensa de nuestros derechos, territorios y comunidades, y vemos la necesidad de convocar a todas los sectores campesinos, indígenas y afrodescendientes que se ven afectados en este momento por las pretensiones de la empresa Kedhada, que ofrece comida para un día y hambre para el resto de la vida, para conformar un amplio movimiento de resistencia unificada en defensa de nuestros derechos fundamentales.

Santa Rosa, Sur de Bolivar, Agosto 16 de 2006

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