De San Marcos A Colombia: La Integraci贸n Regional Del Oro Y De Las Balas
Published by MAC on 2006-03-29De San Marcos a Colombia: la integraci贸n regional del oro y de las balas
RESUMEN: Analizando el rol de la militarizaci贸n como aspecto integral del control del territorio, de los recursos y de los pueblos, este art铆culo pone en duda la supuesta lucha contra el narcotr谩fico en distritos mineros. Compara con el Plan Colombia en ese pa铆s sudamericano la situaci贸n actual en San Marcos, Guatemala, donde en el mismo departamento en el cual el Pueblo de Sipakapa se mantiene firme en su resistencia a la mina de oro Marlin de la transnacional canadiense-estadounidense Glamis Gold, recientemente se ha anunciado en el marco del Plan Maya Jaguar la participaci贸n del ej茅rcito estadounidense en allanamientos y fumigaciones de cultivos de amapola.
por Sandra Cuffe, Derechos en Acci贸n
caminando27@yahoo.es
Marzo de 2006
As铆 como al parecer haya mucho terrorismo donde se ubican yacimientos petroleros, de repente se encuentran los peores focos del narcotr谩fico donde existen fuertes intereses mineros. Sea lo que sea el pretexto, las 煤ltimas noticias del altiplano marquense en Guatemala deben fomentar algunas reflexiones sobre el fondo de la militarizaci贸n y de la as铆 llamada integraci贸n regional, que no es m谩s que la continuaci贸n del proyecto hist贸rico de explotaci贸n y control en Mesoam茅rica: control del territorio, control de los recursos, y control de los Pueblos.
La mina Marlin, imposici贸n de un distrito minero en territorio ind铆gena
En el altiplano de San Marcos, en los municipios de San Miguel Ixtahuac谩n y Sipakapa, est谩 el infame proyecto Marlin, una mina de oro que desde finales del a帽o pasado ya est谩 siendo explotada por la empresa Montana Exploradora, S.A., una subsidiaria de la transnacional canadiense-estadounidense Glamis Gold Ltd. Este negocio, apoyado por el Banco Mundial y los gobiernos de Guatemala y Canad谩, se ha desarrollado no obstante la fuerte oposici贸n al nivel nacional, regional y local, cuya manifestaci贸n m谩s clara fue el contundente rechazo de la actividad minera en su territorio expresado por el Pueblo de Sipakapa en la consulta comunitaria realizada el 18 de junio del 2005.
Como bien apunta una declaraci贸n p煤blica de Sipakapa del 4 de marzo que est谩 siendo difundida y apoyada por varias organizaciones (鈥楨xigimos el cierre de la mina Marlin鈥), 鈥渆sta explotaci贸n minera no afecta 煤nicamente a los Pueblos Mayas Sipakapense y Mam de San Marcos, sino que afectar谩 a todo el altiplano occidental de Guatemala, pues pretenden constituir toda esta regi贸n en un distrito minero.鈥
Seg煤n datos del Ministerio de Energ铆a y Minas (MEM) recopilados por Luis Solano y la revista Inforpress Centroamericana, solamente en el altiplano marquense existen 16 licencias mineras vigentes (una de reconocimiento, catorce de exploraci贸n y una de explotaci贸n), y tres licencias de exploraci贸n en tr谩mite. Son once los municipios directamente afectados en San Marcos, entre ellos Tacan谩, Ixchigu谩n y Tajumulco.
Cr贸nica de los allanamientos anunciados
El 7 de marzo, el peri贸dico Siglo Veintiuno public贸 un art铆culo (鈥楨n marco de Plan Maya Jaguar, EEUU se involucra en allanamientos鈥) en el cual el Ministro de Gobernaci贸n, Carlos Vielmann, anuncia el 鈥榓poyo鈥 de militares estadounidenses a los allanamientos que ten铆an planificados varias instituciones nacionales para Tajumulco, San Marcos. Los objetivos anunciados fueron desarmar a la poblaci贸n, erradicar la siembra de amapola y resolver tanto el problema de narcoactividad como el conflicto territorial entre Tajumulco e Ixchigu谩n.
Seg煤n se informa, por la oposici贸n de la poblaci贸n local, los militares guatemaltecos y estadounidenses no pudieron entrar al pueblo de Tajumulco, as铆 que se quedaron afuera en la calle, revisando los veh铆culos en b煤squeda in煤til de armas. Pero siempre merece hacer la misma reflexi贸n que hizo el Frente Nacional de Lucha en Defensa de los Servicios P煤blicos y los Recursos Naturales en un comunicado reciente (鈥楳谩s cara la cura que la enfermedad鈥): 鈥淓n primer lugar, aunque no vinieran tropas extranjeras, resulta francamente absurdo que se anuncie con anticipaci贸n en d贸nde se van a realizar los mentados allanamientos, porque con ello se alerta a los que tengan algo que ocultar para que lo oculten en otra parte.鈥
Tambi茅n cabe destacar la menci贸n de la resoluci贸n del conflicto territorial entre Tajumulco y el municipio vecino de Ixchigu谩n como un reto de la intervenci贸n militar. Seg煤n el mismo art铆culo del Siglo Veintiuno, a ra铆z de un desalojo este febrero en el caser铆o Once de Mayo, Ixchigu谩n, parte de un conflicto territorial casi centenario, en el mismo caser铆o 鈥渇ue instalada una subestaci贸n temporal de las fuerzas combinadas (95 polic铆as y 50 militares), con la directriz de proteger a las personas y velar por la conservaci贸n y custodia de los bienes que se encuentran en situaci贸n de peligro.鈥
A lo mejor, 驴esa fue la verdadera directriz de la intervenci贸n de las fuerzas militares y policiales en Nueva Linda? 驴Proteger谩n tambi茅n a las personas Sipakapenses y velar谩n por la conservaci贸n y custodia de los bienes que se encuentran en situaci贸n de peligro por la empresa minera? 驴Velan por todos los pueblos y comunidades ind铆genas cuyos territorios se encuentran en situaci贸n de peligro por los terratenientes y las transnacionales?
Lo que s铆 es seguro es que en Guatemala las fuerzas combinadas han demostrado su compromiso de velar por la custodia de los bienes. Eso qued贸 claro el 11 de enero del 2005 cuando asesinaron a Ra煤l Castro Bocel, habitante local ind铆gena Kaqchikel quien estaba protestando en Los Encuentros, Solol谩 el paso de un cilindro destinado para la mina Marlin. El cilindro fue custodiado por m谩s de mil soldados y cientos de efectivos de la polic铆a, mientras que en una conferencia de prensa en la capital, el presidente Berger declar贸 鈥渢enemos que proteger a los inversionistas.鈥
Glifosato 鈥 鈥榮e recomienda usar con precauci贸n鈥
Aparte de los allanamientos en Tajumulco, en los 煤ltimos meses en los medios de comunicaci贸n se ha venido anunciado el mal llamado 鈥榓poyo鈥 militar de los Estados Unidos, tanto de efectivos como de avionetas y otro equipo, para fumigar los cultivos de amapola en el altiplano marquense. Aunque los impactos negativos de las fumigaciones en el medioambiente, los dem谩s cultivos y la salud han sido documentados cient铆ficamente una que otra vez, no se han escuchado tantas reacciones a las noticias que han salido.
El 16 de febrero del a帽o en curso en El Peri贸dico (鈥楥ombatir谩n cultivos de amapola por la v铆a a茅rea en San Marcos鈥), el periodista Luis 脕ngel Sas cit贸 declaraciones del Ministro de Gobernaci贸n Carlos Vielmann sobre las fumigaciones inminentes. Avis贸 que s贸lo estaban esperando el arribo de avionetas de los Estados Unidos para iniciar las fumigaciones con Glifosato de unas 200 hect谩reas de terrenos, declarando que el viernes anterior en un sobrevuelo identificaron los cultivos de amapola en los municipios de Tajumulco y Tacan谩. Cit贸 tambi茅n al director de la Polic铆a Nacional Civil, Erwin Sperisen, quien avis贸 que si los cultivos de verduras u otros 鈥渟e encuentran en medio de las plantas de amapola, forzosamente se ver谩n afectados.鈥
En el mismo art铆culo, Gustavo Mendiz谩bal, jefe de la unidad de Normas y Regulaciones del Ministerio de Agricultura y Ganader铆a, se帽ala que el uso del Glifosato es permitido, s贸lo que 鈥渟e recomienda usarlo con precauci贸n. Es un qu铆mico que act煤a de contacto y ataca directo el sistema de las plantas de hoja ancha. No ocasiona da帽o a las personas.鈥 Sas explica tambi茅n que en Colombia, donde se usa el mismo Glifosato y el mismo tipo de avionetas para fumigar a los cultivos de coca y amapola, se han denunciado los impactos que produce en las personas, como v贸mitos, dolor de cabeza y est贸mago, diarrea y posibles efectos a largo plazo como c谩ncer y malformaciones en reci茅n nacidos.
De hecho, el 13 de junio del 2003 el Tribunal Superior Administrativo de Cundinamarca, la segunda corte m谩s importante en Colombia, declar贸 que las fumigaciones con Glifosato para la erradicaci贸n de cultivos de coca y amapola violan los derechos colectivos al medio ambiente sano y ecol贸gicamente equilibrado y a la seguridad y salubridad p煤blica. Tanto el Consejo del Estado como la Corte Constitucional ya hab铆an emitido sentencias prohibiendo las fumigaciones en territorios ind铆genas y exigiendo el cumplimiento del Plan de Manejo Ambiental requerido por el Ministerio del Medio Ambiente. Esas decisiones sentaron precedentes importantes, reconociendo oficialmente los riesgos que presentan las fumigaciones con Glifosato a la salud, el ambiente y los derechos de los pueblos.
No obstante, el 14 de junio del 2003, el presidente de Colombia, 脕lvaro Uribe, de manera abusiva y hasta incurriendo en la ilegalidad, declar贸 que mientras sea presidente 茅l, las fumigaciones continuar谩n. A帽adi贸 Uribe en otra ocasi贸n que quien se oponga a las fumigaciones en cualquier parte del pa铆s ser谩 visto como simpatizante del terrorismo.
De las pocas opiniones que han salido a luz p煤blica en Guatemala, parece que incluso para organizaciones que en otros asuntos como lo de la miner铆a no temen criticar la posici贸n del gobierno, en este tema no se han o铆do pronunciamientos y mucho menos cr铆tica. Sin negar el tremendo poder y control que tenga el narcotr谩fico, ni sin negar tampoco la probabilidad que el gobierno responder铆a con acusaciones de ser simpatizante del narcotr谩fico a quien critique las fumigaciones, 驴ser谩 que nadie dude de que pedir al ej茅rcito estadounidense su apoyo para echar una gran cantidad de Glifosato en los cultivos de las comunidades, con impactos negativos en el medioambiente y en la salud, es la mejor forma de combatir al narcotr谩fico?
El 19 de febrero de este a帽o, en la Prensa Libre (鈥楾ajumulco e Ixchigu谩n, en la mira鈥) se retom贸 la noticia, anunciando las fumigaciones para los municipios de Tajumulco e Ixchigu谩n. Apareci贸 otra vez el tema en la portada del mismo diario el 2 de marzo (鈥楾rasiego de anfetaminas鈥), cuando al lado de las declaraciones de Gobernaci贸n sobre la necesidad de un operativo antidrogas a gran escala en San Marcos, se cit贸 al director del programa antinarc贸ticos para las Am茅ricas del Departamento de Estado de los EE.UU., Antonio Arias, sobre alg煤n informe al respecto y su 鈥渢emor鈥 de que el narcotr谩fico 鈥渧ulnere las fronteras de Guatemala mediante el tr谩fico de drogas qu铆micas.鈥 Aunque, seg煤n se informa en los medios, se compran y llevan las matas de amapola para procesarla en laboratorios en M茅xico, entonces es irresponsable reportar un temor sobre el tr谩fico de drogas qu铆micas (narcotr谩fico) como justificaci贸n para la fumigaci贸n de los cultivos (producci贸n).
El Plan Maya Jaguar, 驴fumigaciones, armas y cianuro?
Tanto los allanamientos en Tajumulco como las fumigaciones que se pretenden realizar en varios municipios de San Marcos forman parte del Plan Maya Jaguar, un programa de operaciones conjuntas de las fuerzas militares de Guatemala y los Estados Unidos con el supuesto fin de combatir el narcotr谩fico en el territorio de Guatemala.
Establecida en Guatemala en el 1998, el Plan Maya Jaguar ha sido ampliado varias veces desde las primeras operativas conjuntas en el pa铆s, donde a veces simult谩neamente el Comando Sur ha desarrollado el programa mal llamado 鈥渉umanitario鈥 Nuevos Horizontes, lo cual ha sido denunciado en varios pa铆ses de Am茅rica Latina por ser una forma de maquillaje del ej茅rcito estadounidense, para que las comunidades se acostumbren a la presencia de tropas extranjeras. De hecho, as铆 describe Victor Manuel Guti茅rrez al Plan Maya Jaguar en su art铆culo 鈥楪uatemala: Estados Unidos y nuestra pol铆tica鈥, explicando que el Plan 鈥渙ficializa esta ocupaci贸n [militar de nuestro territorio] y permite el desplazamiento de aparatos militares y de inteligencia extranjeros por todo el territorio nacional sin control ninguno.鈥
El 6 de diciembre del 2005 el Congreso de la Rep煤blica aprob贸 un decreto para ampliar el plazo de vigencia del Plan Maya Jaguar hasta el 2008, despu茅s de que ya hab铆a sido extendido el plazo hasta el 2005. Pero mientras que desde que entr贸 en vigencia el Plan ha sido para todo el territorio guatemalteco, todas las 煤ltimas noticias sobre el mismo han sido sobre operativas espec铆ficamente en el altiplano marquense.
En su comunicado, el Frente Nacional de Lucha en Defensa de los Servicios P煤blicos y los Recursos Naturales pregunta sobre la ubicaci贸n de la intervenci贸n militar: 鈥溌縋or qu茅 se hacen presentes precisamente en San Marcos, departamento en donde la poblaci贸n de uno de sus municipios, en ejercicio pleno y hermoso de su dignidad, rechaz贸, tras una amplia y participativa consulta, la exploraci贸n y la explotaci贸n minera? 驴Qu茅 sigue en esta carrera intervensionista? 驴Destruir laboratorios de opio en R铆o Hondo, Zacapa?鈥
A lo mejor habr谩 otro pretexto (quiz谩s all铆 est茅 Osama) para R铆o Hondo, donde el a帽o pasado en una consulta de vecinos al nivel municipal, la poblaci贸n, en otro ejercicio hermoso de la dignidad, rechaz贸 una represa hidroel茅ctrica en su territorio. Lo cierto es que no es una coincidencia la militarizaci贸n de la zona que se pretende constituir en distrito minero regional.
Como resume Inforpress en su pr贸logo al nuevo libro 鈥楪uatemala, petr贸leo y miner铆a en las entra帽as del poder鈥 de Luis Solano, 鈥渓a industria extractiva ha sido un objetivo de inteligencia militar en el mundo, ya que las dos materias primas m谩s apetecidas, el petr贸leo y el oro, son piezas claves del modelo de reproducci贸n internacional del capitalismo.鈥 Adem谩s, nota que 鈥渄el capital invertido en estas industrias han salido flujos de financiamiento para sostener el terrorismo de Estado.鈥
La regionalizaci贸n del Plan Colombia
Queda claro que la militarizaci贸n de los distritos mineros no es un fen贸meno 煤nicamente de San Marcos, m谩s bien en ese departamento s贸lo se est谩 empezando de ver el inicio de un patr贸n ya muy conocido en Izabal, donde de los 1960s hasta los 80s la International Nickel Company (en esa 茅poca, socio principal de la EXMIBAL de Guatemala) junto a varias dictaduras represivas intent贸 seguir con su negocio minero a toda costa. Aunque la militarizaci贸n acompa帽a la miner铆a en todo el mundo, vale la pena examinar el ejemplo de Colombia por los paralelos en el pretexto de la lucha contra el narcotr谩fico.
Aparte de esa semejanza, es de hacer notar tambi茅n que en los 煤ltimos dos a帽os ha habido muchos se帽ales de estrechamiento entre pa铆ses de Mesoam茅rica y Colombia, m谩s ahora que nunca con el nombramiento de ese 煤ltimo como pa铆s observador en el Plan Puebla Panam谩. Adem谩s, son varias las operaciones militares conjuntas entre Colombia, los Estados Unidos y pa铆ses de Centroam茅rica en temas de 鈥榮eguridad鈥 y por supuesto para combatir el narcotr谩fico y el terrorismo. De hecho, durante la visita del presidente colombiano Uribe a Guatemala en enero del presente a帽o, los dos gobiernos firmaron un Convenio de Seguridad y acordaron crear una comisi贸n mixta binacional para intercambiar informaci贸n y coordinar acciones en el marco de la lucha mundial contra el narcotr谩fico.
Seg煤n el bolet铆n de CERIGUA, durante su visita al pa铆s, Uribe declar贸 que 鈥渆n caso de que Guatemala gestione su inclusi贸n en el 鈥楶lan Colombia鈥 de asistencia estadounidense para el combate al narcotr谩fico y otros problemas de seguridad, las autoridades gubernamentales guatemaltecas pueden contar con la colaboraci贸n colombiana.鈥
鈥淓n los acuerdos de cooperaci贸n militar, por ejemplo Plan Colombia, ellos priorizan zonas de explotaci贸n minera y petrolera para supuestamente combatir el narcotr谩fico,鈥 explic贸 Francisco Ram铆rez, del Sindicato de Trabajadores de la empresa estatal Minera de Colombia (SINTRAMINERCOL) en una presentaci贸n a la organizaci贸n CENSAT. 鈥淪e supone que el Plan Colombia combate la droga pero realmente lo que hace es posicionar militar y paramilitarmente a grupos que van a proteger la infraestructura petrolera y minera de compa帽铆as norteamericanas y europeas鈥.
鈥淯na cosa para destacar es que como parte del Plan Colombia dijeron que iban a construir tres bases antinarc贸ticos. La primera est谩 en el Sur de Bol铆var, esta base supuestamente antinarc贸ticos protege un pozo petrolero de la familia Bush, la mina que est谩n disputando los peque帽os mineros con la Anglogold y la Conquistador Gold Mines y el oleoducto Ca帽o Lim贸n Cove帽as de la Oxy. En el Norte de Santander y en Tolima pasa igual.鈥
En su libro 鈥楲a Gran Miner铆a en Colombia鈥, Ram铆rez detalla algunas de las atroces violaciones a los derechos humanos en los distritos mineros hasta el 2002, como por ejemplo los 535 homicidios registrados y las m谩s de 35 mil personas desalojadas forzosamente por las operaciones paramilitares colombianas y estadounidenses en el Sur de Bol铆var, donde est谩 uno de las bases antinarc贸ticos. Se帽ala que desde que asumi贸 el poder el gobierno de 脕lvaro Uribe, cada cinco d铆as es asesinada una persona ind铆gena, la mayor铆a en 谩reas de explotaci贸n de recursos naturales.
鈥淓n los distritos mineros, entre 1995 y el 2002, cada a帽o ha habido un promedio de 828 homicidios, 142 desapariciones forzosas, 117 lesionados, 71 personas torturadas, 355 amenazas de muerte y 150 detenciones arbitrarias. Adem谩s, han habido 433 masacres,鈥 sigue Ram铆rez.
Una guerra, mil caras
Aunque por estar en un conflicto abierto, esos detalles de Colombia puedan parecer m谩s a la Guatemala de los a帽os 80s que a la Guatemala de hoy, pero no se puede descartar los efectos psicol贸gicos y sociales que puedan tener la intervenci贸n militar o incluso tan s贸lo la presencia militar en el contexto actual, ni tampoco la eficaz de la guerra de baja intensidad.
鈥淓llos han programado nuestra muerte, estudi谩ndonos, estudiando cu谩ndo tenemos oro, cu谩ndo tenemos minerales, estudiando la psicolog铆a de nosotros, c贸mo vamos a reaccionar,鈥 enfatiz贸 el Dr. Juan Almendares del Movimiento Madre Tierra en su ponencia en la Mesa de Resistencia a la Miner铆a de la V Semana para la Diversidad Biol贸gica y Cultural, evento mesoamericano realizado en Colotenango, Huehuetenango, Guatemala, del 6-9 de marzo del presente a帽o.
En las 煤ltimas semanas, han habido reacciones de gran preocupaci贸n en Guatemala por una noticia que sali贸 en la revista Inforpress Centroamericana el 3 de marzo (鈥楨mpresas canadienses inician exploraciones de uranio鈥) sobre dos licencias de exploraci贸n minera otorgadas por el MEM el 16 de enero a la Gold-Ore Resources, una transnacional canadiense que ha estado explorando en Centroam茅rica por a帽os. Adem谩s, seg煤n el consorcio de las mismas empresas, la Gold-Ore, junto con la Pathfinder Resources Ltd. y la Santoy Resources Ltd., dos otras empresas tambi茅n basadas en Vancouver, han estado explorando para uranio en Centroam茅rica desde por lo menos el 27 de enero del 2005.
No se sab铆a d贸nde exactamente lo estaban buscando hasta el 16 de febrero del 2006, cuando el consorcio anunci贸 en otro comunicado de prensa que estaban explorando para el uranio en el municipio de Esquipulas, Chiquimula, municipio cuyo territorio est谩 cubierto ahora en un 32% (169 kil贸metros cuadrados) por las dos licencias. Seg煤n el art铆culo de Inforpress, el Vice Ministro de Energ铆a y Minas, Jorge Garc铆a, dijo 鈥渜ue no ten铆a conocimiento de los proyectos de exploraci贸n de uranio en el pa铆s, [aunque] al ver las copias de las licencias, expres贸 su preocupaci贸n por el asunto.鈥
No es el 煤nico que debe preocuparse, ya que seg煤n los datos recopilados por Luis Solano e Inforpress, no se trata solamente de la exploraci贸n para uranio en Esquipulas, sino tambi茅n de las licencias otorgadas por los derechos a explorar para los minerales del grupo platino y/o tierras raras en unos diez departamentos. Entre estos, est谩 una gran parte de San Marcos, incluyendo a los municipios de Tacan谩, Ixchigu谩n y Tajumulco.
鈥淓stas empresas investigan el oro, pero tambi茅n investigan los minerales estrat茅gicos, s贸lo que no tienen por qu茅 decirnos, hasta ahora que lo hacen p煤blicamente en Guatemala. Somos pa铆ses, desde Chiapas hasta Costa Rica, con recursos estrat茅gicos,鈥 explica el Dr. Almendares.
鈥淪omos importantes para la guerra.鈥
La diab贸lica trinidad 鈥 TLC, PPP y Plan Maya Jaguar
Aunque es cierto que la militarizaci贸n y la miner铆a andan juntas, cabe se帽alar qu茅 tienen que ver con otras iniciativas regionales, como por ejemplo el Tratado de Libre Comercio (TLC) y el Plan Puebla Panam谩 (PPP). Siempre usando la industria minera como ejemplo, se puede ver c贸mo se complementan estos aspectos de la integraci贸n regional de las estrategias del control.
鈥淓l Plan Maya Jaguar, junto con el Plan Puebla Panam谩 y el Tratado de Libre Comercio, constituyen una diab贸lica trinidad,鈥 se considera en el comunicado del Frente Nacional de Lucha. 鈥淪on, los tres juntos, una articulaci贸n maligna y bien urdida: El TLC en lo econ贸mico, el Plan Puebla Panam谩 en cuanto a infraestructura y el Plan Maya Jaguar en el terreno de lo militar.鈥
En la realidad, el TLC no s贸lo representa lo econ贸mico, sino que m谩s bien representa el consenso internacional de los poderes neo-coloniales que establecen a favor de las empresas transnacionales las pol铆ticas y leyes tanto al nivel nacional como internacional. En casi todo el mundo, los gobiernos de Canad谩 y Estados Unidos e instituciones multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, junto con las transnacionales mismas, han impulsado reformas de la legislaci贸n y pol铆ticas mineras, definiendo los lineamientos.
鈥淓l tr谩fico de influencias para la aprobaci贸n de leyes ha sido la forma de impunidad m谩s com煤n de las transnacionales involucradas,鈥 denuncia la Inforpress en su pr贸logo al libro 鈥楪uatemala, petr贸leo y miner铆a en las entra帽as del poder鈥.
Los Tratados de Libre Comercio consolidan esa impunidad y aseguran, a trav茅s de los cap铆tulos que tratan de los 鈥榙erechos鈥 de las inversiones y las respectivas tribunales supernacionales, que hayan graves consecuencias para cualquier instancia gubernamental que intente cambiar algo que podr铆a afectar a las inversiones.
El Plan Puebla Panam谩 se trata de la construcci贸n e integraci贸n de la infraestructura necesaria para las transnacionales. En cuanto a la miner铆a, ocupa grandes cantidades de agua y energ铆a, y ocupa buenas carreteras que vayan directamente a buenos puertos. Todos estos aspectos son ejes claves del PPP, que consiste en el financiamiento de la infraestructura seg煤n la l贸gica del comercio y de los negocios transnacionales por las Instituciones Financieras Internacionales, que al final son pr茅stamos que las generaciones venideras de Mesoam茅rica terminar谩n pagando.
鈥淓l PPP es un plan estrat茅gico de circulaci贸n de comercio, pero tambi茅n de recursos (agua, genes, etc). Y eso siempre conlleva la estrategia militar,鈥 expuso el Dr. Almendares en Colotenango. 鈥淟a lucha contra la miner铆a est谩 en el marco de la estrategia militar y geopol铆tica.鈥
De nada le sirven a las empresas las leyes, la infraestructura, ni el control del territorio y de los recursos, si no controlan a los Pueblos. Por eso, en el caso de Colombia, Francisco Ram铆rez describe a la parte militar como la tercera fase, 鈥減ara dar una respuesta militar a quien se opone a la explotaci贸n minera.鈥
Y en el caso del altiplano marquense, aqu铆 se concluye que el objetivo del Plan Maya Jaguar es exactamente eso.