Comunicado De Los Vecinos Autoconvocados De Ingeniero Jacobacci
Published by MAC on 2004-10-05Source: Autoconvocados de Jacobacci
Press release from Vecinos Autoconvocados de Jacobacci
5th October 2004
Photo credits: Pablo
¿QUÉ VOCES ESCUCHAN NUESTROS REPRESENTANTES? Podemos vivir sin oro, pero no podemos vivir sin agua.
Nos preguntamos que voces escuchan nuestros representantes; que inquietudes; que preocupaciones antes de legislar o decidir. Seguramente no la de los vecinos que les delegaron la responsabilidad de normatizar la vida ciudadana. Tampoco la de los padres y madres del pueblo que confió en ellos el futuro de sus hijos. Ni la de los niños que se educan diariamente en el ejercicio democrático.
¿Cómo se puede decidir de espaldas al pueblo?
¿Cómo enseñar a cuidar nuestros recursos si no es con el ejemplo?
¿Acaso en ostentosos encuentros organizados por importantes empresas multinacionales?
Queremos denunciar a la opinión pública que:
Aunque los vecinos no elegimos ser una región minera (nadie nos lo preguntó), nuestros gobernantes nos lo imponen. A pesar que nos importe preservar la calidad del agua que tomamos y continuar siendo la reserva de agua dulce más importante del planeta, a nuestros funcionarios no les interesa. Aunque estemos preocupados por preservar el sello de producto patagónico de calidad que agrega valor a nuestra producción, los gobernantes prefieren renunciar a ello por unos pocos pesos.
Nos inculcaron el discurso de la lucha contra la desertificación y ahora nada dicen acerca de que una importante zona de la región quede sembrada de cráteres y envenenada con sustancias prohibidas en otros lugares. Estamos convencidos de que el desarrollo sustentable se logra con esfuerzo y perdura en el tiempo como la ganadería y nuestros gobernantes nos quieren hacer creer que la gran minería de oro y plata es una actividad económicamente sustentable, cuando todos sabemos que es una actividad extractiva que agotado el recurso, se termina el trabajo. Por todo esto y muchas razones más es que creemos que están sordos para oír las voces de quienes habitamos y queremos seguir haciéndolo aquí, no queremos tener que irnos cuando esta zona esté contaminada y el agua envenenada.