Grupo México: campaña de trabajadores cruza fronteras
Published by MAC on 2009-08-05Source: Imfmetal, La Jornada, El Universal
Una de las huelgas mineras más largas e ininterrumpidas del mundo esta comenzando a internacionalizarse. Varios sindicatos de diversos países están apoyando a los trabajadores traicionados por Grupo México, y han condenado el acoso de su líder Napoleon Gomez Urrutia.
La organización United Steel Workers of America (USW) ha condenado el intento de Grupo Mexico de retomar el contro de Asarco, la adeudada minera estadounidense con numerosos casos pendientes de compensación ambiental y asbesto.
Actualmente, Grupo Mexico lucha con la minera Vedanta Resources por Asarco y la USW ha apoyado a esta última. Sin embargo, la suposicion sindical de que Vedanta será mejor para los intereses de los trabajadores que Grupo México no se corresponde con los nefastos antecedentes de Vedanta en India y Zambia.
[Comentario de Nostromo Research]
El Gobierno mexicano tiene que cesar los ataques contra los trabajadores mineros
Jul 13, 2009 – Anita Gardner
Parlamentarios y líderes sindicales piden al Globierno mexicano que deje de atacar a los trabajadores mineros.
http://www.imfmetal.org
MEXICO/MUNDO: Parlamentarios y líderes sindicales de 13 países, entre ellos Jyrki Raina y Manfred Warda, secretarios generales de la FITIM y de la ICEM, se unieron a legisladores y dirigentes sindicales mexicanos para solicitar al Gobierno que ponga fin a la persecución del sindicato de trabajadores mineros mexicanos y de su dirigente, Napoleón Gómez Urrutia.
Jack Layton, líder del Nuevo Partido Demócrata de Canadá, planteó las inquietudes de la delagación en una reunión con el Ministro del Trabajo de México, Javier Lozano. "Dejamos en claro que la interferencia gubernamental en la administración sindical, el encarcelamiento de dirigentes sindicales, y la congelación de cuentas bancarias sindicales, el calificar de ilegales las huelgas y el no enjuiciar a los asesinos de dirigentes sindicales, constituyen violaciones graves e inaceptables de los derechos humanos fundamentales,” declaró.
Layton, Graham Perrett, parlamentario laborista de Australia, y un grupo de dirigentes sindicales, entre ellos Raina y Warda, también se renieron con Marcelo Ebrard, jefe del Gobierno del Distrito Federal de Ciudad de México.La delegación visitó a Juan Linares, uno de los dirigentes del sindicato, en la prisión en que lleva encarcelado varios meses, sin cargos.
Miembros de la delegación celebraron reuniones con las Embajadas de Australia, Canadá, Finlandia, Alemania, Noruega, Polonia, España, Suecia y Estados Unidos para informarles sobre la actuación del Gobierno mexicano. El mensaje de la delegación, según el director del Distrito 7 del United Steelworkers, Jim Robinson, fue que: ”cuando se aprobó el TLCAN, se nos dijo que aumentarían los sueldos de los trabajadores mexicanos. Ahora, el Gobierno mexicano y Grupo México están tratando de destruir a los trabajadores mineros, por hacer precisamente eso.”
El domingo, la delegación se unió a 6.000 trabajadores para celebrar el 75º aniversario del sindicato de Los Mineros, marchando ruidosamente por la ciudad industrial de Lázaro Cárdenas. "La FITIM y la ICEM, con sus 45 millones de miembros en todo el mundo, jamás os abandonarán. Vuestra lucha es la nuestra. Los trabajadores que luchan por el sindicalismo libre, democrático e independiente en México nunca serán derrotados, dijo jubiloso el secretario general de la FITIM, Jyrki Raina, a los miembros sindicales, vestidos con camisetas rojas para demostrar la unidad y el apoyo a sus dirigentes.
Contra los mineros, empecinamiento de Estado
Viernes 31 de julio, 2009
http://www.jornada.unam.mx
El 30 de julio se cumplieron dos años de que estallaron huelgas las secciones 17, 65 y 201 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM) en diversos yacimientos de Guerrero, Sonora y Zacatecas, para demandar mejores condiciones laborales –particularmente, en materia de seguridad laboral– y en protesta por violaciones graves al contrato colectivo de trabajo perpetradas por la parte patronal, Grupo México, propiedad de Germán Larrea, cuya fortuna se calcula en más de 7 mil millones de dólares.
Para poner en perspectiva ese movimiento sindical, es necesario recordar el clima de hostigamiento, persecución y criminalización desatado por el gobierno foxista contra los mineros: el 19 de febrero de 2006 un accidente en el socavón de Pasta de Conchos, Coahuila, dejó como saldo 65 trabajadores muertos, y tanto la respuesta de la empresa como de las autoridades federales fue extremadamente insensible, exasperante y torpe. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) intentó desde un inicio encubrir la responsabilidad patronal en la tragedia y el propio titular del Ejecutivo federal dio información absolutamente falsa y fantasiosa sobre la situación de los mineros atrapados: llegó a afirmar que se les estaba proveyendo de comida cuando ni siquiera se tenía idea de su ubicación y de si estaban vivos. Como el máximo dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, criticó abiertamente la irresponsabilidad de la empresa y de las autoridades encargadas de supervisar las condiciones laborales imperantes en Pasta de Conchos, el gobierno foxista, que hasta entonces mantenía buenas relaciones con la dirigencia sindical, emprendió una campaña de acoso judicial contra el líder minero y de injerencia abierta e ilegal en la vida interna de la organización, que llegó al colmo de pretender imponerle, por conducto de la STPS, una cúpula espuria. El ensañamiento foxista contra el gremio se confirmó en abril siguiente con el sangriento desalojo de los trabajadores siderúrgicos de Sicartsa, Michoacán, también afiliados al SNTMMSRM.
Con esos antecedentes, y con el recuerdo fresco de lo ocurrido en el socavón coahuilense, el sindicato estalló una huelga que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) se apresuró a declarar inexistente, determinación que pudo ser contrarrestada por sucesivos fallos judiciales que ampararon a los obreros. Más allá de las vías administrativa y jurisdiccional, y a pesar de los llamados al diálogo formulados por la STPS, empresa y autoridades federales siguieron azuzando a grupos de provocadores para que reventaran la huelga en Cananea, al grado de que, un día después de colocadas las banderas rojinegras, los obreros fueron agredidos con piedras y palos por supuestos disidentes sindicales.
Desde entonces a la fecha, el gobierno calderonista, por conducto del secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, ha mostrado una actitud abiertamente favorable a la empresa y contraria al sindicato, no ha cejado en su empeño por atribuir a los mineros la responsabilidad del conflicto y ha recurrido incluso a la fabricación de argumentos falsos, como que los mineros habían agregado a sus reivindicaciones una petición "extralaboral": el cese de la persecución penal contra Gómez Urrutia –actualmente refugiado en Canadá–, a quien las autoridades le atribuyen presuntos manejos turbios y malversaciones de fondos.
Posteriormente, Grupo México recurrió a la táctica de demandar la terminación de las relaciones de trabajo en Cananea y para ello invocó la cobertura de la Secretaría de Economía (SE), la cual, en marzo de 2009, y tras una inspección amañada en un área donde sólo había maquinaria de desecho y basura industrial, "dictaminó" que el yacimiento no estaba en condiciones de seguir operando. El mes siguiente, la JFCA dio por buena la "argumentación" de la SE y aprobó la terminación de las relaciones de trabajo, pero una vez más los mineros en huelga obtuvieron la suspensión judicial de esa determinación.
En el conflicto de Cananea y de los otros yacimientos en huelga se juegan no sólo los derechos laborales de los mineros y del conjunto de los asalariados mexicanos, sino también la vigencia de una legalidad sistemáticamente quebrantada por los patrones y, lo más grave, por las autoridades encargadas de hacerla cumplir. El gobierno calderonista parece decidido a poner todo su peso para lograr la desarticulación del sindicato minero y la derrota de sus agremiados, y en ese afán llega a tolerar, acaso sin saberlo, atropellos semejantes a los que permitió el régimen porfirista, hace más de 100 años, en el mismo yacimiento, los cuales provocaron la célebre rebelión que antecedió a la Revolución Mexicana. Se diría que la protección a Grupo México y la liquidación del movimiento laboral se ha convertido en una razón de Estado o, peor, en un empecinamiento de Estado que exhibe al grupo gobernante en su carácter antipopular, en su insensibilidad y en su escaso respeto al espíritu y a la letra de las leyes. Por su parte, los mineros han llevado a cabo en estos dos años una gesta que ha suscitado la solidaridad y la admiración de innumerables ciudadanos, movimientos y organizaciones sociales. El pulso sigue.
México confía en expulsión de Napo de Canadá
Confía el subsecretario del Trabajo, Álvaro Castro, que cuando el líder minero solicite la visa permanente en esa nación el procedimiento derive en una expulsión.
JORGE RAMOS Y RICARDO GÓMEZ
El Universal, México, Miércoles 29 de julio, 2009
Álvaro Castro, subsecretario del Trabajo, informó a senadores que esperan la expulsión de Napoleón Gómez Urrutia, dirigente de los mineros, por parte del gobierno de Canadá.
Al reunirse esta mañana con el Grupo de Trabajo creado para dar seguimiento al conflicto jurídico-laboral suscitado entre trabajadores de la sección 65 del sindicato minero y el consorcio Minera México, Álvaro Castro dijo que urge que se resuelva pronto.
A pregunta expresa del senador del PAN Javier Castelo, el subsecretario del Trabajo indicó que no es un problema de nacionalidad el de Gómez Urrutia, sino que vive en Canadá con una visa especial humanitaria y lo que está solicitando es una visa permanente.
"Tenemos información en el sentido de que en el procedimiento normal del gobierno canadiense (para la visa permanente) a este respecto va a ser en el sentido de preguntar a las autoridades federales mexicanas si hay órdenes de aprehensión en contra de Napoleón Gómez Urrutia.
"Y en el caso de que le confirme que las hay, como las hay, muy probablemente se haga un procedimiento interno allá que pudiera derivar en una expulsión de Canadá al negársele esa solicitud de licencia permanente. Pero es una cosa en la que no quisiera abundar más, es una cuestión que está en manos de otras autoridades", puntualizó el subsecretario.