Los Dilemas De La Disposición
Published by MAC on 2001-04-23Source: Associated Press
Los dilemas de la disposición
En el desierto de Utah toneladas de residuos de uranio se acumulan junto al Río Colorado.
Travis Reed, Associated Press
25 de marzo de 2005
MOAB, Utah - Los ingenieros aquí le llaman "barrito" a lo peor, y tienen unos 6 millones de toneladas de eso. Durante décadas nadie supo que había algo malo en él, aquí en este remoto extremo sudeste de Utah, enmarcado por impresionantes paredones de rocas coloradas, o en alguno de los demás sitios donde en la era de La Bomba surgieron de somnolientos polvaredales los pueblos mineros del uranio en los años cincuenta.
Pero actualmente, este establecimiento es la única molienda de uranio inactiva bajo supervisión del Departamento de Energía que no ha sido aún remediada, a pesar de ser jurisdicción de tres diferentes agencias federales que produjeron cientos de kilos de informes a lo largo de más de 50 años. Los funcionarios de Energía deben decidir qué hacer con estos residuos, depositados sobre la planicie aluvial a 250 metros de las márgenes del Río Colorado, que provee de agua potable a una población estimada en 25 millones de personas en Las Vegas, Los Ángeles, Phoenix y otras ciudades en el sudoeste.
Un cerco de cadenas tachonado de advertencias de riesgo biológico y carteles de "no pasar" rodean un viejo edificio tipo galpón de chapas y unos 12 millones de toneladas de residuos nucleares en la vieja molienda de la mina, y es todo lo que queda de lo que alguna vez fue considerado lo mejor que le podía pasar a esta región.
Sin embargo hoy constituye una de las mayores causas de temor. Los desechos han generado un fuerte debate acerca de qué debe acerse con los residuos de la minería del uranio, que contienen sustancias químicas que pueden resultar letales, como el amoníaco, radón y uranio residuales que pueden ocasionar cáncer de pulmón y leucemia, y cuya radioactividad no decaerá por milenios.
"La pila está saturada de fluídos de tratamiento," dijo Dianne Nielson, directora del Departamento de Calidad Ambiental de Utah. "Todos estos contaminantes sencillamente escurren desde la base de la pila hacia la napa freática. Drenan directamente hacia y bajo el río, y a los pantanos del lado sur del río." Los científicicos de ambos lados del mostrador están en ascuas acerca de cuánto daño podría ocasionar una inundación que afecte al sector, los cambios que ha experimentado el río desde que empezó la disposición en la pila en los años cincuenta, y aún respecto de la gravedad de la contaminación actual.
El sitio está bajo la responsabilidad del Departamento de Energía, que en noviembre presentó planes para su manejo - tres de ellos que implican el transporte de la pila por camión, tren o ducto y su enterramiento en otro sitio, y el restante que propone dejarla junto al río cubriéndola con tierra y rocas, de modo de que no continúe expuesta. La cuarta opción costaría cientos de millones de dólares menos que el transporte del material, pero esta opción generó rechazos - incluídos el del gobernador de Nevada, John Huntsman, de la Agencia de Protección Ambiental EPA, de los congresistas del estado y de ambientalistas que la consideran ambientalmente inaceptable.
Don Metzler, que administra el área desde la oficina de Grand Junction del Departamento de Energía, dice que espera que la agencia decida a lo largo de este verano. Mientras tanto nadie en el departamento arriesga cuál sera finalmente el destino de la pila de residuos. "Entiendo estas preocupaciones. Este sitio tiene particularmente gran interés para muchísimas personas, el Departamento de Energía está evaluando varios factores - económicos, ambientales y políticos - y no adelanta su opción final dijo Metzler. Pero la agencia ha insistido en que no existe el riesgo de que la pila pueda sufrir un colapso catastrófico, ni siquiera en el caso de la mayor inundación probable que puediera considerarse. Aunque no se haya alcanzado la decisión final, y que ésta sea solo una más entre las que se evalúa, el simple hecho de que sea tenida en cuenta agitó una fuerte oposición. El temor es a que una gran creciente del Río Colorado atraviese el desierto como una tromba arrastrando la pila venenosa, llevándosela hacia el río, provisión de agua potable que fluye por cientos de kilómetros en el sudoeste en su camino hacia el océano. "Yo no creo que la gente de California pueda perdonarnos alguna vez, ni tampoco al Departamento de Energía," le dijo el senador Orrin Hatch, republicano de Utah a Metzler y a otros funcionarios en una reciente visita a la pila.
La pila de residuos cubre 50 hectáreas y contiene unas 12 millones de toneladas de colas y estériles. Lo peor del residuo - alrededor de la mitad - es arenoso y rojizo, y rellena un terraplén hecho de un polvo menos radioactivo que quedó del procesamiento del uranio, como en un molde de gelatina.
La minería del uranio tuvo su auge en Utah después de 1952, cuando un banco mineralizado profundo fue hallado cerca de Moab. La empresa colapsó en 1962, y Uranium Reduction Co. vendió su planta de procesamiento a Atlas Corp. de Denver, que la operó esporádicamente hasta declararse en quiebra en 1998 - después de comprobar que la compañía no podría afrontar la remediación del sitio.
Todos los molinos desactivados están bajo la responsabilidad del Departamento de Energía, pero esto tiene un historial intrincado. La mayoría de los sitios se transfirieron al Departamento de Energía por una orden del Congreso en 1978, pero como éste continuaba procesando pequeñas cantidades de uranio, no fue incluído. El Departamento de Energía finalmente tomó el control del sitio recién en 2001, cedido por la Comisión Regulatoria Nuclear, y esa es en parte la razón de que aún permanezca, mientras todos los demás sitios ya han sido intervenidos.
Tres áreas localizadas a 25, 50 y 140 km de la pila se propusieron como nuevos emplazamientos. El costo estimado va de 407 a 543 millones de dólares, dependiendo de si es transoportada por camión, tren o mineraloducto. Solamente dejar la pila en su sitio y cubrirla costaría 249 millones de dólares. El Departamento de Energía deberá recibir observaciones públicas a los planes lanzados hasta noviembre, y ya ha recibido unas 1600. La mayoría de ellas se inclinan a favor de transportar los residuos, informó Metzler.
Para Nielson, aparte del riesgo de inundación, dejar la pila en el sitio y cubrirla no protejerá al río del riesgo de contaminación mediante las aguas subterráneas, que ya está causando mortandad de peces. Si los residuos fuesen removidos, se los enterraría en un pozo cubierto de arcillas y luego se los cubriría para una mejor aislación, aseguró. Metzler reconoce que parte de la pila está percolando a través de las aguas subterráneas hacia el río, pero señaló que en los análisis de la Dirección de Energía esto se disipa en el curso de un kilómetro aguas abajo. "Nadie está en riesgo," dijo. "No obstante, considero que el ingreso de cualquier contaminante al río es algo que nadie desea."
La EPA se unió al coro de agencias que se oponen a dejar la pila en su sitio, informando en una carta al Departamento de Energía que tal opción sería "ambientalmente insatisfactoria". Metzler acepta que sería difícil convencer a la opinión pública de dejar la pila de residuos en el sitio, pero insiste en que el Departamento de Energía lo está considerando basándose en sólidos argumentos científicos. "Creemos que la pila puede ser protegida si es eso lo qu se decide" dijo. Metzler se refirió a una inundación de principios de los 80, que trajo al Colorado hasta la altura de un metro en la pila, pero que no la arrastró hacia el río. "Cuando las aguas salen del cauce en una gran inundación, las velocidades son muy bajas sobre la planicie - casi como en una pileta de natación. No hay mucha erosión", dijo. Pero Sarah Fields, una residente de Moab que siguió el tema y solicitó la remoción de la pila desde inicios de los 90, sostuvo que esa inundación fue una pequeña demostración de lo que el río es capaz de hacer, y que la próxima vez las 25 millones de personas que toman agua de ese río no serán tan afortunadas. Aún más grave, insistió, es que los reales efectos sobre la salud de esta pila no se conocerán por muchos años. "Ese es el problema con la exposición a radiación. A veces pasa mucho tiempo antes de manifestarse la reacción física", dijo.
Cualquiera sea la opción del Departamento de Energía en los meses venideros, deberá ser aprobada por la Comisión Reguladora Nuclear. Si bien el Congreso no tiene ingerencia directa, se espera que la delegación de Utah intente una intervención legislativa sobre el presupuesto del Departamento de Energía para financiar la remoción de los desechos.
Mientras tanto, la presión ejercida durante más de una década continúa desde grupos ambientalistas y funcionarios sobre el mismo tópico que ya había puntualizado Nielson en 1993, cuando estuvo al frente de los asuntos ambientales. "Ese es el punto decepcionante," dijo. "Después de todos estos años estamos finalmente justo acá."