La reactivación de Sierra Pintada divide aguas en San Rafael
Published by MAC on 2004-07-15La reactivación de Sierra Pintada divide aguas en San Rafael
Por Walter Aquindo, Diario de Los Andes (Mendoza, Argentina)
Los Andes newspaper
Lunes 19 de julio 2004
La eventual firma de un decreto presidencial para definir la reactivación del Complejo Sierra Pintada, para volver a extraer uranio, preocupa a las autoridades departamentales de San Rafael. Según la versión -no confirmada oficialmente- sería inminente un decreto del presidente Néstor Kirchner disponiendo el reinicio de las tareas en la mina. El Gobierno mendocino daría el visto bueno a esta propuesta.
El intendente Omar Félix aseguró ayer que pedirá las condiciones que impone la ley de Impacto Ambiental. "No tengo la confirmación oficial", advirtió el jefe comunal, quien está dispuesto a realizar un plebiscito en el departamento para que sea la ciudadanía sanrafaelina la encargada de opinar sobre este proyecto.
Gustavo Morgani, subsecretario de Medio Ambiente del Ministerio de Ambiente y Obras Públicas provincial, dijo a Los Andes que tampoco conocía la existencia de un decreto. El funcionario aseguró que "más allá de que el presidente lo disponga, porque está en sus atribuciones, debe respetar y cumplir con la autoridad de aplicación que es la provincia de Mendoza.
A principio de mes, como adelantara Los Andes, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) presentó al Gobierno el estudio de impacto ambiental realizado por la Universidad Tecnológica Nacional de Avellaneda (Buenos Aires). Allí surgió como novedad que la reactivación incluye el traslado a San Rafael de la planta Dioxitek para purificar el mineral y obtener el dióxido de uranio, mineral usado en la energía atómica
Morgani enfatizó que "nunca se convino el traslado de la planta Dioxitek y ahora aparece en el estudio de impacto ambiental presentado por la CNEA". El Gobierno recibió oficialmente este informe de la entidad nacional. "Pero no le hemos dado inicio formal al procedimiento", dijo Morgani.
La radicación de esta planta no vendría sola; según las versiones que circulan en San Rafael se se trasladarían también 10.000 tambores con colas de uranio (pasivos ambientales) que se sumarían a los más de 5.000 actualmente enterrados en el complejo sureño.
Desde que la CNEA anunció a mediados de 2003 su intención de reactivar la explotación de uranio en Sierra Pintada fueron varias las entidades que se opusieron. Así fueron expresando su oposición la Unión Empresaria, la Multisectorial, la Cámara de Comercio, la Sociedad Rural, Apyme, el Concejo Deliberante y la ONG Nativa, entre otras. A ellas se sumó Oikos de Mendoza.
Todas pidieron frenar la reactivación hasta que se remediaran los daños producidos anteriormente. Además hubo algunos hechos que molestaron a las fuerzas vivas sureñas, como una encuesta elaborada por la Consultora Delfos, de Córdoba, para conocer el grado de información de la gente sobre la actividad minera uranífera. Varios dirigentes calificaron de "tendencioso" al sondeo.
Sergio René Aldebert, jefe del Complejo Minero Fabril Sierra Pintada, dijo que la CNEA "está dando los pasos exigidos para la reapertura del complejo, esto es conocido públicamente. Pero respetando a rajatabla lo que indica la ley de Impacto Ambiental, es decir no se abrirá a la fuerza como se quiere hacer pensar a la gente". Pero las autoridades del departamento abrieron el paraguas; por un lado los concejales ya emitieron sendos dictámenes oponiéndose a la reapertura.El intendente Félix aseguró: "Exigiré las medidas que dispone la ley de Impacto Ambiental, incluida la audiencia pública".
Es que siguiendo el refrán según el cual cuando el río suena es porque agua trae, no quieren encontrarse con un decreto presidencial firmado y no tener las herramientas para oponerse.
A fin de este mes habrá una importante reunión en el ministerio de Economía de Mendoza. En ese encuentro, las autoridades de la CNEA explicarán el informe presentado. Y a partir de allí se tomará la decisión política del gobierno mendocino.
Por otra parte aún duerme en el Senado un proyecto para derogar la Ley 5.330, que avaló el convenio firmado en su momento entre la CNEA y el gobierno mendocino.
Diputados lo aprobó, pero los senadores aún no dieron su opinión. Si esa ley fuera derogada obligaría a la entidad nacional a realizar un nuevo acuerdo bajo la nueva legislación mendocina, es decir incluyendo las normativas de impacto ambiental, y además dispondría las reglas de coparticipación.
El complejo en números
El Complejo Sierra Pintada ocupa 2.000 hectáreas, cedidas por Mendoza a la CNEA, para la explotación de uranio.
Comenzó su actividad minera en la década del '70 y la planta empezó a funcionar en 1979. Se enviaba lo extraído a Malargüe.
En 1986 se cerró la mina de Malargüe y se amplió Sierra Pintada, pasando a una capacidad anual de 60 a 120 toneladas de uranio.
En 1995 se detuvo la explotación minera. Durante todo el período de funcionamiento se extrajeron 1.600 toneladas de uranio (1.012 en San Rafael y 600 en Malargüe) para lo cual se removieron 2.500.000 toneladas de mineral.
Trabajaban unas 182 personas. Actualmente sólo hay 62 personas que realizan tareas de monitoreo y control del medio ambiente.
La idea de la CNEA es explotar unas 2.500 toneladas de uranio, tarea que demandaría unos 20 años y daría trabajo a unas 200 personas.
Hay 1.000 toneladas de residuos sólidos enterrados en 5.340 tambores y 1.700.000 toneladas de colas de uranio. Además existen 1.200.000 m3 de agua en las canteras y en los diques de evaporación.